on domingo, 24 de agosto de 2014

No hay más miedo que el que nos tenemos a nosotros mismos. Nos da miedo la inmensidad porque sabemos que al ver dentro de nosotros vamos a encontrar un abismo. Nos da miedo encontrarnos en las personas que tenemos en frente. Alguien ya dio los mismos pasos tímidos que estás dando en este momento. Alguien ya dobló por este callejón para evitar al río de copias de sí mismo. Porque al final estaba alguien como tú, lo suficientemente diferente para darse a notar, lo suficientemente parecida para no tener que pensar mucho. Al final espero a que pases para poder verte alejándote. Flotamos en el vacío sin un propósito aparente. Vivimos para terminar muriendo. Algún día tal vez puedas explicármelo; así sabré si me he encontrado a mí mismo.



 

Plastic Cup/Domingo, 20:00

on domingo, 18 de mayo de 2014


Para algo deben servir todas las veces que te has resbalado en el piso mojado. Para algo deben servir todos los golpes en los ortejos, especialmente en el más pequeño. Lo que no sé es si sirva de algo taladrarme la cabeza. No sé si sirva de algo atarme al puente y dejarme caer. No quiero que se rompa, pero tampoco que me lleve de vuelta a la cima. Mejor balancearse y ver a donde lo lleva a uno el impulso. A veces dan ganas de recorrer el mundo dentro de un compartimento, desde un asiento en un lugar seguro. A veces dan ganas de subir a un árbol y no bajar. Porque no sé si vaya a servir de algo salir del compartimento a ensuciarse; no sé si vaya a servir de algo saltar desde el árbol. Si me hiero, ya no podré subir de nuevo, pero el árbol seguirá ahí. Tal vez la respuesta sea cruzar el puente, recorrer el mundo a pie, plantar otro árbol. De algo servirá. Y si te invito tal vez no sirva de nada, o tal vez te unas. Porque será la única manera en que pueda decirte todo lo que nunca te he dicho. Te lo advierto: tal vez desaparezcamos. Y eso tal vez sí sirva de algo.