Under Pressure / The indescribable fear of nothing/ Turn and face the strange

on domingo, 6 de marzo de 2016
Esta es otra entrada sobre un recuerdo que cruzó mi cabeza recientemente.

El día de ayer vi por enésima vez It's kind of a funny story, una película que llegó a mí por sí sola y que fue una de esas sorpresas gratas, pues inmediatamente le tomé cariño. Al llegar a la escena de la clase de música donde invitan a Craig a participar y empiezan a tocar Under Pressure, involuntariamente me transporté al momento en que escuché esa canción por primera vez. Under Pressure también llegó a mí por su propia cuenta, y también fue de esas sorpresas gratas. En este caso la sorpresa fue más acentuada ya que lo primero que pensé es que estaba escuchando a Vanilla Ice (fue así como que supe que Ice Ice Baby es un sampleo)  y es algo que creo que debe haberle pasado a muchos. Recuerdo muy bien cómo fue: algún día entre 2004 y 2005, entre las 6:00 y las 7:00 a.m. en un camión de la ruta Bolívar atiborrado de gente yendo hacia mi secundaria. La estación de radio debe haber sido la 99.7 que solo transmite música en inglés. Y una vez que me di cuenta de que no había rap alguno, le pregunté a mi papá y me sacó de la ignorancia, aclarándome que era Queen con David Bowie quienes se escuchaban, para después ponerse a tararear en voz baja la canción. Y si bien fue una canción que me gustó desde ese momento, como a veces pasa la letra era para mí algo digamos ajeno a mí, cosa que no sucede el día de hoy, que siento como si me hablara directamente. Porque ese terror de saber de qué va el mundo es muy palpable, porque aunque no rece, sí deseo con todas mis fuerzas que al día siguiente todo mejorara por arte de magia, porque es imposible ignorar todo lo que sucede a mi alrededor y evitar pensar que el amor puede solucionarlo todo pero ya ni eso es sagrado y sentir que tu cabeza se ríe de ti y gritar para mostrar cómo realmente te sientes. Presión, estrés, ansiedad.  Ansiedad, que como dice un post de Humans of New York, es el indescriptible miedo a la nada. Porque siempre son cosas inexistenes, posibles pero poco probables, que siempre tienden a lo negativo. Y en este momento que estoy por emprender un viaje que puede ser determinante, no puedo evitar sentir ese miedo a la nada, a un vacío del que en cualquier momento podrían generarse y salir todos los males del universo. Últimamente me han revelado que algunas de mis sospechas (acerca de cómo me veo cuándo no me siento tan bien) son correctas y eso hizo que le tomara más importancia al hecho de buscar ayuda profesional. Tengo la confianza de que podría encontrar a alguien con quien pueda sentirme en plena confianza y que sea alguien que aprecie como la relación de James Murphy y su terapeuta y me ayude en eso de sentirse un "fracaso" (o al menos poco apto) en la vida como Murphy mismo describe. Pero quiero ser valiente y, haciendo referencia a otra canción de Bowie, poder hacerme frente a mí mismo y a todo lo extraño por conocer y experimentar, poder romper mi propio esquema siempre que lo desee y no solo en circunstancias específicas. 

La película termina y podemos ver que Craig ha entendido que su propia mente se estaba saboteando a sí misma, que realmente no tenía por qué temer y esperar lo peor. Ahora es capaz de ver y sentir todo lo que lo rodea, imbuirse de todo; de respirar y de vivir, simplemente. Y por un segundo soy Craig, soy William Miller, soy Holden Caulfield, soy Oliver Tate y veo la luz por un segundo pero pierdo el enfoque. Hay que aprender a mantenerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario