Avispas e Ideas Que No Persisten

on jueves, 19 de agosto de 2010
¿Qué como que adivino? ¿Qué no como que me aburro?

Es otra de mis good ol' jazz nights, el clima es agradable pero los mosquitos hacen estragos en mis pies, les encantan mis pies. Mosquitos fetichistas, lo que me faltaba. El trabajo se ha vuelto tedioso, la espera de volver a la escuela lo hace todo más complicado, especialmente soportar las 3 semanas extras que nos regalaron. Mañana ya sé como entretenerme, así que todo está bien por ahora. Sentado, ya no acostado, es hora de cambiar de métodos. Es hora de revisar los fines. Si las avispas están por todos lados polinizando palmeras, yo también debería estar haciendo mi deber, participando en otro tipo de creación. Si pudiera programar mi cerebro, le implementaría un ThoughtListener, así no tendría problemas a la hora de recordar ideas interesantes y podría desechar las que no sirvan. Si fuera un programa de computadora, lo primero que haría sería pasarme por un depurador. Si fuera un programa de computadora, sería multiplataforma. Y si sigo aquí en 50 años tal vez sí diré que si fuera más joven, huiría de aquí, pero por nada del mundo diría que enterraría mis sueños. Tengo la certeza de que los sueños son los que me mantendrán vivo al final.

Se acerca otra mudanza, otro ciclo escolar... podría decir que vivo en todas partes, pero me falta viajar un poquito más para eso. Siguiendo con los sueños, los míos son cada vez más extraños y tangibles, desde poner exámenes hasta pelear con villanos de fantasía en tiendas departamentales. Un día de estos podré transportar un objeto desde el mundo de mi mente hasta este. Cuando las avispas se alejen, habré terminado mi deber. Cuando las avispas se dispersen, estaré en nuevos términos.

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