Parkourista/Reclamos a mí mismo/Pyramid Song

on jueves, 9 de mayo de 2013
Esta entrada no saldrá ni 10% de parecida a como estuvo volando en mi cabeza, para no variar.

Pensé en iniciar esta entrada preguntando si, más que haber gente que todavía lee blogs, hay todavía gente que los escriba. Como la respuesta es obvia (o sea, que sí la hay), decidí entonces ponerme a escribir un par de líneas sobre algunas de esas cosas que empiezan a revolotear en la cabeza cuando tienes un código que escribir y no muchas ganas de hacerlo. Porque al fin y al cabo hay gente que sigue escribiendo blogs por las razones que sean; en mi caso, la necesidad de poner por escrito cosas que no siempre sé como decir o a quién decírselas. Sólo que antes uno esperaba que de veras alguien leyera y ahora eso ya no importa tanto. Se siguen compartiendo los enlaces cada que se publica algo nuevo, pero ya no existen esas ansias de saber que se leyó ni que fue comentado (al menos en el caso de blogs personales/diarios como este). Y más en MI caso, que no soy ni líder de opinión, ni celebridad ni ninguna wea de esas. Si algún día por alguna razón llego a ser considerado de ese modo, lo primero que haré será reírme y lo segundo será compartir un enlace a este blog para que la gente vea que escribo estupideces, cursilerías y demás pedos mentales como todos.


Regresando a esas cosas revoloteando, me puse a pensar en lo difícil que es atraparlas todas y ponerlas en un solo lugar. Tal vez las cosas que antes me costaba decir ahora ya no lo hacen, y para las cosas que sí lo hacen   no siempre encuentro una manera de ponerlas por escrito, lo cual suena como a frustración. Y es que, como decía en otra ocasión, ahora cuando pienso en escribir es porque se me ocurrió alguna historia para un cuento o un verso que no siempre encuentra su lugar en un poema entero (porque apesto escribiendo poemas). Eso, y que estoy a más o menos un mes de terminar mi estancia en Xalapa y no he salido ni un solo día a disfrutar del lugar (léase, pasear), aunque el poco esparcimiento que pude realizar fue más que disfrutado. En especial asistir a las jam sessions del Jazzuv, que lograban hacerme olvidar que estaba aquí para cumplir con mi último semestre de universidad. También me puse a pensar que, aunque no sé hasta qué punto, puedo decir que en este momento no siento ni ápice de tristeza, contrario a lo que parece ser una costumbre mía, la de encontrar razones para sentir aunque sea un poco de eso. Claro, la nostalgia sigue ahí, esa nunca se alejará, pero tristeza, no. Incluso la nostalgia se siente diferente, pareciera que en vez de hacer que quiera volver al pasado, logra lo contrario; me da más ganas de ver qué es lo que viene, algo como "ya quiero saber qué es aquello de lo que sentiré nostalgia también". Otra cosa es que usaría una fuente serif para escribir esta entrada. 

También, en que últimamente me ha tocado fijarme en lesbianas (ya me ha pasado antes, pero últimamente ha sido frecuente). A veces me pregunto si yo he ocasionado algo así en alguien (aunque suelo ser pesimista con el hecho de que alguien sienta atracción por mí, como vil adolescente con más acné que nariz)... porque como (creo que) ya mencioné alguna vez en este blog, "le hago a las dos cosas", y si tú, lector, no lo sabías, la razón principal es que no es algo a lo que le dé importancia alguna, a pesar de que sí me daría pena afirmarlo si alguien desconocido llegara y me lo preguntara, pero sabiendo que me da pena que me pregunten qué música me gusta (ojalá pudiera mostrar mi perfil de last.fm cada vez que alguien lo hace), entonces es igual que todas esas cosas que me da pena decir y por eso termino escribiéndolas. Y la misma parte pesimista de mi persona atribuye el hecho de que "nadie" se fije en mí a la bisexualidad, porque los bisexuales son en realidad pervertidos que no se conforman con nada y que de buenas a primeras te dejarán por alguien del sexo opuesto al tuyo y eso hiere tu orgullo heterosexual u homosexual, según sea el caso. Y me "choca" hablar tanto de mi aparente tristeza como de preferencias sexuales porque la gente que casi no convive con uno pone cara de "pobre tipo". Pero qué le vamos a hacer. Dedicarle todo un párrafo a algo a lo que no le doy importancia, OH THE IRONY.


Acabo de leer una entrada de otro blog donde expresa algo como lo que comentaba la vez pasada, el haber perdido esa habilidad para plasmar lo que siento. Y en el primer párrafo dice algo cierto: "El asunto consiste en dejar hablar a otra gente." Saber dejar que todo eso que sentimos que habla de nosotros, también hable por nosotros. 

Ya mejor le paro un poco. 
There was is nothing to fear, nothing to doubt.


No hay comentarios:

Publicar un comentario