Navidad y todo lo demás

on miércoles, 22 de diciembre de 2010



Ya hablaba yo acerca del espíritu navideño en la anterior ocasión, así que no penetraré en el tema nuevamente, al menos no tan profundo. En sí esta podría ser la típica entrada navideña, donde les diga que les deseo lo mejor y todas esas cosas que se dice la gente una a otra por estas fechas. ¿De veras tengo algún deseo hacia las personas, queridas y no queridas? Pensándolo bien, creo que sí, y no del tipo del común "pásala bien". Deseo que el viento les revuelva el cabello, así tengan mucho, poco o nada. Les deseo muchas lunas llenas, muchos atardeceres rojos, miles de amaneceres amarillos. Deseo que sientan el calor de la arena y el frío del agua del mar, la surada y el viento del norte. Muchas letras, muchos números, muchos acordes.

Les deseo el mundo y lo que va más allá. Felices fiestas.


Navidad y todo lo demás




Ya hablaba yo acerca del espíritu navideño en la anterior ocasión, así que no penetraré en el tema nuevamente, al menos no tan profundo. En sí esta podría ser la típica entrada navideña, donde les diga que les deseo lo mejor y todas esas cosas que se dice la gente una a otra por estas fechas. ¿De veras tengo algún deseo hacia las personas, queridas y no queridas? Pensándolo bien, creo que sí, y no del tipo del común "pásala bien". Deseo que el viento les revuelva el cabello, así tengan mucho, poco o nada. Les deseo muchas lunas llenas, muchos atardeceres rojos, miles de amaneceres amarillos. Deseo que sientan el calor de la arena y el frío del agua del mar, la surada y el viento del norte. Muchas letras, muchos números, muchos acordes.

Les deseo el mundo y lo que va más allá. Felices fiestas.


Yo no olvido al año viejo

on jueves, 16 de diciembre de 2010
¿Ya es invierno? Bueno, ya casi, pero al menos la temperatura ya es de veintitantos grados, lo que es suficiente para que los friolentos saquen sus sudaderas y se quejen del frío que hace. Diciembre sigue siendo mi mes favorito y el invierno mi estación predilecta después de tantos años, a pesar de ya no ser el niño que escribía cartas a personajes fantásticos y recibía regalos debajo de un árbol.

Sí, ya no soy aquél chiquillo, pero todas esas sensaciones permanecen dentro de mí (soy la nostalgia hecha humano) además de que las mandarinas, las ramas, los villancicos, las hojuelas que hace mi abuela y demás cosas hacen que diciembre y el invierno me envuelvan y lleven mi estado de ánimo a un nivel de más optimismo. Es espíritu navideño en toda la extensión de la palabra. Sin embargo, desde hace unos años, no sé en realidad cuándo empezó, comencé a experimentar cierto vacío, una especie de soledad y de incertidumbre hacia el futuro en las noches de navidad y de la víspera de año nuevo. No podía evitarlo, ni siquiera por estar rodeado de mi familia, ni siquiera por recibir esas felicitaciones los amigos a los que tanto aprecio. Siempre sentía que hacía falta algo; que el año se terminara hacía peor el sentimiento: el año se terminaba y yo dejaba algo importante a la deriva. El muñeco explosivo que representa a ese año que termina tronaba, estallaba y con cada estruendo me sentía peor; el tiempo malgastado se incineraba con aquél muñeco desgraciado y después el silencio y el aire frío, recordándome que la cuenta volvía a empezar y ya había perdido unos cuantos minutos. Hay quienes temen la llegada de su cumpleaños, yo temía la del año nuevo. Me sigue embargando esa sensación de extrañeza, como cuando me di cuenta de que al escribir la fecha en mis cuadernos le diría adiós al uno y a los nueves para dar la bienvenida al dos y a su banda de ceros.

Y sí, te diste cuenta, estuve narrando en pasado. Pretérito. Porque sé que esta navidad, esta víspera de año nuevo no experimentaré esas sensaciones. Sentiré el frío en mis manos y cruzaré mis brazos a falta otros a los cuales sostener, percibiré la distancia, pero sé con seguridad que soledad no sentiré. No esta vez. Por eso seguiré comiendo esas mandarinas y esas hojuelas, seguiré escuchando las ramas, oliendo los pinos, porque no lo haré por mi cuenta. Y precisamente la navidad toma todo un nuevo significado gracias a ti.

Que tus ojos brillen por siempre más que la estrella que seguían los magos de Oriente.

OH SHI-

on miércoles, 3 de noviembre de 2010
Y que se me vuelve a venir encima la presión de un nuevo concurso de robótica. Sí, yo soy el despistado y distraído del equipo, así que debo hacer doble esfuerzo para no quedar mal (y será cuádruple si me veo en la necesidad de ir solo). Salgo el domingo hacia la gran Ciudad de México, la que tanto me gusta aunque los demás me crean loco. Si llego a vivir allá tal vez me canse de su tránsito lento, de la masa descomunal de gente, de la inseguridad... pero, ¿quién no? Eso no le quita lo interesante ni lo excitante. Pero ya veremos en unos años si es que me quedo ahí para mi maestría. Pero no se preocupen, sólo estaré tres días ahí, no big deal.



¿Qué? ¿Eso es todo? Eso creo. No tengo nada más que decir... bueno, tal vez que cierta persona me mantiene en felicidad constante ~

Phinny's back, tell a friend ~

on lunes, 18 de octubre de 2010
¿Pues qué ha pasado conmigo? Bueno, ¿puedo resumir diciendo que mi segunda mitad de año sólo ha tenido algo bueno? Podemos enlistar lo malo primero: me mudé y por el estrés del proceso hasta cagué verde; empezó la escuela de una manera bastante incómoda que hizo que al menos yo esté con ganas de volver a casa con sólo cruzar el portón (y he visto a algunos que parecen compartir el sentimiento); ¿ya les dije que me mudé? Pues creo que el punto más negativo de eso es que por ser una colonia "nuevecita" no hay empresas que ofrezcan servicio de Internet, sólo televisión por paga (¿¡pero qué es lo que están pensando!? ¿Que no puedo bajar las series que pasan? La tele sólo la uso para ver béisbol y caricaturas :S) por lo que no he podido usar mis skills para colarme a alguna de ellas. Ah, y no, no extrañaba bañarme a cubetadas. Otra cosa, siento que estoy decepcionando a un par de personas a las que aprecio, y una de ellas es uno de mis más viejos amigos y eso me tiene con cierto malestar que no puedo ignorar tan fácilmente. Por factores que no conozco me sigue faltando esa pequeña chispa para enfocarme en lo que tengo que hacer, en este caso el proyecto de minirobótica; en mi defensa puedo decir que estoy ocupado con lo del examen de japonés y queriendo terminar lo de 70! para no dejarlo botado, además de que en la única clase que vale la pena este semestre una falta significa perderse de varios puntos claves de la programación. Y punto número cuatro: el problema del dinero. Sólo espero que todo salga bien y que no se enojen conmigo... demasiado.

Entonces... ¿qué es lo bonito? Aaaaah ~ Pues lo bonito es lo que pasó cuatro días después de mi última entrada, y eso es que empecé a andar con esa chica que ya tenía un tiempecito de que no dejaba de pensar en ella, y todo va muy bien, aunque no podamos vernos tan seguido. ¿Que quién es? Pues una chica de preparatoria un poco rara, interesantísima, divertida, muy bonita, dice ella que nerda (aunque eso sólo haga que me guste más :B). Nada más de escribir esto me emocioné y ya quiero estar con ella... Dios, estoy mal, ¡me tienes mal! Ya comenzó mi momento cursi... 1... 2... 3... bien, de vuelta, en resumen, la quiero mucho. Ahora, viene una rant sobre mi escuela, así que pueden tomar este párrafo como el último si así lo desean e irse a hacer otra cosa con la idea de "ese Diego, se ve que ya sentó cabeza, blablabla...". Pff, ya siento que escribo como el @Fakun... eso está grave.

Continuando...

Ah, el "Tecno", lugar de sueños, esperanzas, anhelos... ¡pero rotos, deshechos! Está bien, está bien, este semestre lo hice deliberadamente feo, pero eso no es todo el problema, sino todo lo que quizá ya conozcan de paros laborales y demás que sólo logran desmotivar (más) a los alumnos, como un servidor, aun teniendo razones de sobra para estar motivados. Se siente jodidísimo estar estudiando en un periodo inadecuado y totalmente desorganizado, aunque tal vez lo hicieron para que no sintiéramos que perdimos el dinero de la inscr.. oh. wait.