años++

on domingo, 22 de abril de 2012
Ya son 22.  Veintidós y un par de días. Este año no tuve tanta oportunidad de hacerlo, pero tengo costumbre que en mis cumpleaños reflexiono todo lo sucedido entre el anterior y el actual. Por lo tanto, son dos fechas al año donde hago tal actividad (la otra siendo el 31 de diciembre). 

Si bien la segunda mitad de 2011 fue caótica para mí, esta primera mitad de 2012 empezó siéndolo aún más.  Pero eso ya lo saben (si me conocen, o si es que han leído las pocas entradas que he escrito).  Lo importante es que al parecer este mes es la verdadera línea de salida. Y quienes se encargaron de ello fueron nada menos que esas personas con las que no comparto ADN en común pero que todos los días están ahí, y que no puedo agradecerles de otra manera más que haciendo lo mismo. Y esta vez, me dieron entre todos un regalo excepcional. 

Fue de esos pocos regalos que se quedan dentro de uno y que nunca saldrán. Me estoy poniendo cursi, pero no me importa. ¿Y qué fue? Pues un boleto de entrada para ver a Radiohead en concierto, el 18 de abril. Tomado por una sorpresa enorme, me apresuré a asegurar lugar en un viaje organizado por una tienda y conseguir dinero para lo indispensable. Con todo, la ceremonia de entrega de dicho boleto fue más que emotiva, y cuenta la leyenda que Diego se puso a correr y gritar alrededor del edificio de Sistemas y Computación del ITVer. 

Dicha experiencia que tuvo lugar en el Foro Sol, en la Ciudad de México, el 18 de abril de 2012 a las 10:10 (si es que no me equivoco y fue como en el día anterior) (por cierto, si son curiosos, chequen esas teorías de conspiración sobre Radiohead y el número 10) y que inició con un "Hola" de parte de Thom Yorke, lo cual me confirmó que de veras estaba viviendo eso, tuvo su lado terapéutico. Resultó ser lo que necesitaba. Tal vez la Karma Police por fin arrestó a todo lo que me tenía en tal desasosiego. Así, no quedó más que entregarse a la música, a las palabras, a la actuación en el escenario y al escenario mismo, que adornaba todo lo demás. Con "Bloom" dejé escapar ese universal sigh, ese grito para dejar escapar todo; "15 Step" para prometer que no volveré a fallar, no quitarle la vista a la bola; hipnotizarse y deshacerse de miedos y dudas con "Pyramid Song" (no pude evitar mirar al cielo y buscar al hombre que se fue hace ya tres meses y que sigo extrañando); estremecerse y quedarse sin aliento con "Nude"; bailar, bailar con "Lotus Flower"; palmaditas en la espalda, "There There"; el anuncio de la llegada de la Karma Police; recordar sensaciones pasadas, "House of Cards"; "sólo no te vayas", suspirar, y todo estaba en el lugar indicado; la canción que se ha quedado conmigo desde ese día, "Give Up the Ghost", reconciliación conmigo mismo (y en ese momento ya era 19 de abril de 2012); "Exit Music (for a film)", estamos listos para partir, y lo que quedó atrás, I hope that you choke; no puedo hacerlo solo, pero ahí están los que me trajeron aquí. Y terminar dejando la frustración en el lugar donde cada quien estaba de pie, "Paranoid Android". No tendré nunca suficientes palabras para describir cada una de esas sensaciones. Pero ahora sí que estoy listo. 

Gracias a ustedes que ya saben quienes son. 
Gracias a los que aquí siguen y a los que ya se fueron.
Por todo.  


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