Parkourista/Reclamos a mí mismo/Pyramid Song

on jueves, 9 de mayo de 2013
Esta entrada no saldrá ni 10% de parecida a como estuvo volando en mi cabeza, para no variar.

Pensé en iniciar esta entrada preguntando si, más que haber gente que todavía lee blogs, hay todavía gente que los escriba. Como la respuesta es obvia (o sea, que sí la hay), decidí entonces ponerme a escribir un par de líneas sobre algunas de esas cosas que empiezan a revolotear en la cabeza cuando tienes un código que escribir y no muchas ganas de hacerlo. Porque al fin y al cabo hay gente que sigue escribiendo blogs por las razones que sean; en mi caso, la necesidad de poner por escrito cosas que no siempre sé como decir o a quién decírselas. Sólo que antes uno esperaba que de veras alguien leyera y ahora eso ya no importa tanto. Se siguen compartiendo los enlaces cada que se publica algo nuevo, pero ya no existen esas ansias de saber que se leyó ni que fue comentado (al menos en el caso de blogs personales/diarios como este). Y más en MI caso, que no soy ni líder de opinión, ni celebridad ni ninguna wea de esas. Si algún día por alguna razón llego a ser considerado de ese modo, lo primero que haré será reírme y lo segundo será compartir un enlace a este blog para que la gente vea que escribo estupideces, cursilerías y demás pedos mentales como todos.

Revisiones

on jueves, 7 de marzo de 2013
¿Qué tanta locura hay en este supuesto álbum? ¿Qué tipo de locura? Hace cinco años que empecé este blog y revisarlo es una oportunidad de recordar muchas cosas, pero también de analizarme. Para qué escribir un diario (porque eso terminó siendo) si no es para hilvanar los pensamientos, intentar encontrar un orden. Porque en mi caso así me es más fácil: escribiendo. Aunque hace ya un tiempo que me es difícil escribir sobre mí. Al menos directamente, pues no he dejado de escribir. Leo las últimas entradas y siento como si no las hubiera escrito yo, como si alguien que dijera conocerme escribiera sobre lo que cree que siento o pienso. Tal vez en algún momento me perdí la pista, dejé de sentir la locura. Y antes de empezar lanzar preguntas al aire del tipo "'¿y quién está realmente cuerdo?" quiero revisar las definiciones de "loco" una vez más (tomadas de WordReference):


Así, entonces, puedo decir que ya lo recuerdo: es la definición número 4 la que describe mi tipo de "locura". Porque si algo es cierto de mí es que me entrego a cualquier tipo de sensación, sea buena o mala. Si la siento es por algo. Y de la misma manera guardo deseos muy grandes, muy fuertes. Y este blog se llama así por eso. Cuando leí la respuesta que John Lennon dio a esa pregunta de si tenía alguna idea de cómo se veía a los 64 años, así me lo imaginé. Que en ese álbum de locura estaría un registro de todas aquéllas experiencias, de todas las sensaciones, que serían tan palpables como si acabaran de ocurrir. Y entonces así pensé este blog, que más que recortes y fotos, tiene palabras. Palabras escritas, porque así me expreso mejor. Y si bien últimamente esa "locura" parece haber perdido voz, ahí sigue. Cansada, tal vez, pero igual de impaciente. No tardando volverá a desbordar, puedo sentirlo. Así venga con una sensación que no sea del todo buena, porque ya lo dije: si eso siento, es por algo. Tanto las sonrisas como las lágrimas salen de nosotros mismos. Entregarse a las emociones es lo menos que se puede hacer cuando se tiene la mente tan llena de cosas. En mi caso, de números y más números. Al menos todavía tengo espacio para dejar constancia de ello en un álbum que hacía mucho que no revisaba.

Otro más.

on lunes, 31 de diciembre de 2012
¡Ahí va otro! ¡Y otro más! Y es que seguirán llegando y yéndose, chavos, el 2012 terminó como cualquiera de sus colegas (pese a la decepción de muchos). Y, oh boy, qué año fue 2012. Comparado con el año pasado, este fue uno muy movido e interesante. Con tanto que probar, iniciar y terminar, no quedaba de otra. Y es que reforzar amistades y hacer otras nuevas nunca cansa. Tampoco seguir haciendo aquéllo que te gusta. Terminar mi época en la universidad fue la cereza en el pastel. No, fue el mejor regalo de cumpleaños que he recibido en mi vida. No, fue... no sé. (No es cierto, sí fue el regalo alias concierto de Radiohead). Empezó golpeado, pero fue estabilizándose. La escuela siempre fue algo en general no positivo, pero siempre pude contar con las personas que siempre estuvieron a mi lado. Y a ellos les quiero dedicar esta entrada. A ellos por haber hecho de esta época la más bonita hasta ahora. 


Termino este año contento. Cansado, pero contento. Con todo lo nuevo, 2013 se ve muy prometedor. En unas horas empezarán los abrazos y, aunque este año daré uno menos, lo veo como una señal para seguir moviéndose, nunca de brazos cruzados.


Día de la Marina

on viernes, 1 de junio de 2012
Estoy seguro de que has vuelto al mar. O tal vez eres otra vez aquél niño que cortaba y vendía leña de casa en casa, de pueblo en pueblo. De lo que sí estoy seguro es que no se ha borrado aquélla sonrisa de tu rostro, la que luces en esa foto descolorida, la misma que tenías en nuestro último encuentro. Sé que vendrás a recogerme en tu barco, y volveré a verte así. 

años++

on domingo, 22 de abril de 2012
Ya son 22.  Veintidós y un par de días. Este año no tuve tanta oportunidad de hacerlo, pero tengo costumbre que en mis cumpleaños reflexiono todo lo sucedido entre el anterior y el actual. Por lo tanto, son dos fechas al año donde hago tal actividad (la otra siendo el 31 de diciembre). 

Si bien la segunda mitad de 2011 fue caótica para mí, esta primera mitad de 2012 empezó siéndolo aún más.  Pero eso ya lo saben (si me conocen, o si es que han leído las pocas entradas que he escrito).  Lo importante es que al parecer este mes es la verdadera línea de salida. Y quienes se encargaron de ello fueron nada menos que esas personas con las que no comparto ADN en común pero que todos los días están ahí, y que no puedo agradecerles de otra manera más que haciendo lo mismo. Y esta vez, me dieron entre todos un regalo excepcional. 

Fue de esos pocos regalos que se quedan dentro de uno y que nunca saldrán. Me estoy poniendo cursi, pero no me importa. ¿Y qué fue? Pues un boleto de entrada para ver a Radiohead en concierto, el 18 de abril. Tomado por una sorpresa enorme, me apresuré a asegurar lugar en un viaje organizado por una tienda y conseguir dinero para lo indispensable. Con todo, la ceremonia de entrega de dicho boleto fue más que emotiva, y cuenta la leyenda que Diego se puso a correr y gritar alrededor del edificio de Sistemas y Computación del ITVer. 

Dicha experiencia que tuvo lugar en el Foro Sol, en la Ciudad de México, el 18 de abril de 2012 a las 10:10 (si es que no me equivoco y fue como en el día anterior) (por cierto, si son curiosos, chequen esas teorías de conspiración sobre Radiohead y el número 10) y que inició con un "Hola" de parte de Thom Yorke, lo cual me confirmó que de veras estaba viviendo eso, tuvo su lado terapéutico. Resultó ser lo que necesitaba. Tal vez la Karma Police por fin arrestó a todo lo que me tenía en tal desasosiego. Así, no quedó más que entregarse a la música, a las palabras, a la actuación en el escenario y al escenario mismo, que adornaba todo lo demás. Con "Bloom" dejé escapar ese universal sigh, ese grito para dejar escapar todo; "15 Step" para prometer que no volveré a fallar, no quitarle la vista a la bola; hipnotizarse y deshacerse de miedos y dudas con "Pyramid Song" (no pude evitar mirar al cielo y buscar al hombre que se fue hace ya tres meses y que sigo extrañando); estremecerse y quedarse sin aliento con "Nude"; bailar, bailar con "Lotus Flower"; palmaditas en la espalda, "There There"; el anuncio de la llegada de la Karma Police; recordar sensaciones pasadas, "House of Cards"; "sólo no te vayas", suspirar, y todo estaba en el lugar indicado; la canción que se ha quedado conmigo desde ese día, "Give Up the Ghost", reconciliación conmigo mismo (y en ese momento ya era 19 de abril de 2012); "Exit Music (for a film)", estamos listos para partir, y lo que quedó atrás, I hope that you choke; no puedo hacerlo solo, pero ahí están los que me trajeron aquí. Y terminar dejando la frustración en el lugar donde cada quien estaba de pie, "Paranoid Android". No tendré nunca suficientes palabras para describir cada una de esas sensaciones. Pero ahora sí que estoy listo. 

Gracias a ustedes que ya saben quienes son. 
Gracias a los que aquí siguen y a los que ya se fueron.
Por todo.