Capítulo 2 - Lo que trajo la lluvia

on viernes, 29 de mayo de 2009

¡Ah, qué semana tan atareada y llena de sorpresas! Fue bastante productiva y tomé una decisión riesgosa, pero que creo que no me equivoqué al tomarla: regresé con "él". Sí, así es, después de mucho pensar y analizar la situación decidí intentarlo. Si me lo preguntan, aún sigo con algo de inseguridad, pero se debe al miedo, no quiero cometer los mismos errores, y por eso me esforzaré al máximo. Cada momento que pasa se despierta cada vez más eso que había dejado en estado letárgico, cada vez voy recordando con más claridad lo que sentía. Le pido al viejo que me apoye, que me ilumine, que no me deje tropezar. Ya respondió a mi súplica para lo de programación, ahora espero que no me deje solo en ésto.

Hablando de lo de programación, mi proyecto está casi listo, aunque tuve que descartar algunas de las ideas que quería aplicar. También esta semana estuve ocupado tratando de hacer que mis amigos se sintieran mejor y escuchando sus razones y preocupaciones, específicamente con Nuria, Carolina y Javier. Javier necesitaba que lo escucharan, se siente bastante deprimido porque siente que no sirve para programar; no es su culpa haber elegido al maestro equivocado. El caso de Nuria es bastante extenso y complejo, y siento que no debo tratarlo aquí, simplemente diré que espero que se dé cuenta pronto de lo grandiosa que es. Algo parecido pasa con Carolina, con ella intento salvar una amistad que sé que puede dar muchos frutos, sólo hay que regarla constantemente.

No puedo quejarme en estos momentos, todo da la impresión de que me irá bien, y de que lo que está "mal" mejorará. Tengo ganas de cantar, saltar, correr hasta perder el aliento. Sujétenme, que soy capaz de hacerlo. En estos momentos creo que vuelvo a sentirme feliz, pero todavía falta para llegar al punto máximo.

Lo que trajo la lluvia no pudo haberme hecho sentir más contento.

Driven by... what?

on lunes, 25 de mayo de 2009
Hoy mi cabeza estuvo bastante activa. Quizás no para la programación, pero sí se aventuró a resolver un examen de Matemáticas sin formulario, y el examen de Física estuvo relativamente sencillo. 

Hoy "él" y yo tuvimos una plática. No entré a mi clase de Química y por ende estuve charlando con él esas 2 horas. Recostados en el pasto, viendo el cielo nublado, disfrutando de la brisa que trae la tarde, me decía que realmente está seguro de lo que siente por mí. Pero yo no puedo corresponderle, no estos momentos. Después del evento que saben que sucedió hace unos días, terminé con un "vacío". Nunca me había pasado, ni tampoco había dejado de pensar en alguien de "esa" manera tan velozmente. La plática final sobre el tema ayudó mucho, pero aun así siento que fue algo casi instantaneo. Subconcientemente, creo que lo hice para asegurar e incrementar la amistad. Hace unos días le decía a un amigo: "ella es la amiga que me hacía falta". Regresando a "él", no sé cómo hacer que "él" llene ese vacío. No me siento listo, y no creo que lo del vacío tenga solución próxima. Como le decía, "quizás es la manera en que Dios me dice que tome un descanso"; él me contestó: "esta es la manera en que pago el karma". Parte de mí quiere intentarlo, pero las emociones no salen, no se propagan en el vacío. 

Hoy salieron varias frases útiles de mi cabeza, lástima que no las anoté. También conseguí por fin los libros de japonés. Fue un día lento y sin pena ni gloria, sin contar la plática. Y mañana debo terminar mi proyecto del Sudoku a como dé lugar, sin pretextos.

Ups, hay tarea que hacer, nos vemos luego ~

¿Estás seguro?

on sábado, 23 de mayo de 2009
Inútil. Así me siento. Como un completo inútil. Hoy me di cuenta de lo bajo que puedo caer, de lo estúpido que puedo llegar a ser y de lo ridículo que puedo llegar a sentirme. Llego a pensar que la programación no es para mí. Sé que en lo que queda de este semestre no voy a lograr nada, pero me he propuesto que en vacaciones haré todo lo posible por resolver este gran problema. Mi cabeza tiene que volver a ser la de antes. Intentaré comer más sano, tomaré vitaminas, leeré más, haré más juegos de lógica, y mejoraré en programación. Después de esto, ¿siguen pensando en mí de la misma manera? Siento decepcionarlos, pero también es difícil para mí. No soy ese ser grandioso que creían que era. 

En otras noticias, "él" y yo decidimos iniciar un periodo de prueba de 30 días; ya veremos qué sale de ello. También ayer me llegó mi regalo desde Francia, una copia de "Le Petit Prince". Ya conseguí una torre de 100 DVDs, ideal para vaciar mi disco duro. Visité mi bachillerato, el cual está ya muy cambiado y cada vez parece más un reclusorio. Esta semana descubrí WolframAlpha y quedé maravillado. Por fin tendré la oportunidad de leer la traducción de la séptima entrega de la serie de Harry Potter. 

Hoy rezaré en serio, tengo que platicar seriamente con el Viejo, de hombre a... ¿hombre? Bueno, idea universal. Necesito negociar con él algunas cosas y hacer uno que otro acuerdo, firmar papeles... asuntos protocolarios. Negocios. 

La oscuridad es intensa esta noche, así como me gusta. Siguen habiendo muchas nubes y mucho viento, pero nada de lluvia. Espero que mañana llueva, que eso me ayude a sentirme mejor conmigo mismo y a liberar mi mente. No espero que me comprendan, pero si me dan una mano lo apreciaré muchísimo. 

Los quiero a todos ~

C'est fini / Hello, Goodbye? / Good enough / 21

on miércoles, 20 de mayo de 2009



*Extraído de mi diario, después de siglos de no escribir en él. Versión corregida y aumentada.*

Anoche llegué a la decisión final. Ya no más. Dejaré de intentarlo, de esforzarme. En cierto modo, me di por vencido. Gasté mi último intento, el tercero, el que nunca debió llegar; lo hice en un arrebato de locura e impaciencia. Seguiremos siendo mejores amigos, de eso no hay duda. Tal vez sea mejor así. Mi mente se da golpes a sí misma, no soporta el hecho de haber fallado una vez más, al lado de mis sentimientos. Llegó a la conclusión de que "no soy lo suficientemente bueno". Siempre que pongo mi mayor esfuerzo para lograr algo, me quedo con las manos vacías. Mis sacrificios parecen ser en vano. «Dios está pensando en algo mejor para ti». Pues después de tantos intentos fallidos, ilusiones frustradas y demás desgracias, espero que sea algo bastante bueno y que compense todo el sufrimiento.

¿Y el boleto 21? Lo dejaré aquí pegado, como recordatorio: "no te esfuerces demasiado". La perseverancia no me ha dejado nada bueno. (Inserte boleto de camión aquí). Me dedicaré a hacer lo que se supone que tengo que hacer: mejorar mi rendimiento escolar. Ignoraré la falta de motivación y lo haré a la fuerza. También trataré de enfocar mis sentimientos hacia mí mismo. 

Otro asunto que afecta mi estado emocional es "él". Dice que se dio cuenta de sus sentimientos por mí, pero no está seguro, que quizás sea sólo un capricho. No lo culpo. Incluso me dijo que llegó a sentir celos cuando le contaba de "ella". En estos momentos no me siento en condiciones de decidir algo al respecto, estoy reacomodando mis ideas, por lo que tendrá que esperar. 

Un aviso: no completaré "El cuento del que quería ser". No quiero darle un final forzado ni inventado. Pero el relato se seguirá escribiendo de diferentes maneras dentro de mí, hasta que deje de pensar en ello. Sería bonito poder retomar su elaboración, pero no depende de mí; espero que entiendan a lo que me refiero. Probaré escribiendo otro tipo de historias...


Cuento del que quería ser - Parte 1

on lunes, 18 de mayo de 2009
Se levantó a cerrar la ventana. Era un día de esos en los que hay muchas nubes y el sol lucha por sobresalir. Le agradaba el viento, pero la arena que entraba empezó a ser lo suficientemente molesta como para seguir soportándola. Se tumbó boca arriba en la cama, estirando tanto los brazos como las piernas. La habitación no era ni muy grande ni muy chica, desordenada y llena de vestigios materiales de su propia personalidad. A pesar de estar alejado de la religión, encima de la puerta estaba colgado un ángel de la guarda bordado por su madre; le recordaba su infancia, aquellos tiempos en que todavía podía permitirse creer.

Recostado como estaba, pensaba en cómo deshacerse del aburrimiento. Tenía 5 libros esperando a ser leídos, pero no tenía ánimos de leer. "Quizás un poco de música", pensó. Al instante, en su mente empezaron a brotar las notas, el ritmo, el sonido mismo. Melodías nuevas, melodías ya conocidas... para su ingenio no existían las barreras. Y entre esa sinfonía magistral que sólo él podía escuchar se encontraba escondido el relato de su pesar, de esas noches inquietas, de placeres vacíos y de la causa de todo ello. Cuando la oscuridad lo rodeaba estos sonidos proyectaban también visiones, imágenes llenas de todo cuanto sentía y no podía expresar de otra manera. Pero la pluma y el papel eran sus mejores amigos y sus confidentes más veteranos. Gracias a ellos podía plasmar eso que lo intrigaba y lo agobiaba y usar el delicado lenguaje para hacer referencia al amor.

Imaginaba situaciones idóneas, escenarios tan fantásticos como improbables, se veía a sí mismo dentro de diferentes recreaciones de su propia existencia, aquella que desesperadamente quería e intentaba cambiar. Si le hubiera gustado el café habría decenas de trastes vacíos. Si hubiera sido fumador tendría miles de cajetillas aplastadas. Su apariencia sería descuidada y misteriosa. Pero todo eso lo llevaba por dentro, y muchos lo notaban. Algunos lo miraban con recelo, otros se intrigaban ante semejante individuo, y para otros pocos era fuente de una inspiración andante. Aquel ser solitario, melancólico, que se pasaba la vida viendo las nubes, las estrellas; que perseguía fantasmas y sueños trillados... ese ente que deambulaba por los pasillos de su propia tristeza, sí, él, estaba enamorado.

A pesar de haber jurado no volver a hacerlo en un largo tiempo, cayó preso en las fauces de la pasión; volvía a estar en ese estado idílico, donde hasta en la piedra más sólida podía brotar una flor cual héroe milenario que se levanta de entre los muertos. Cuando estaba enamorado nada más ocupaba su mente que su amada. El corazón dirigía sus pasos, sus movimientos, sus palabras. No había quien pudiera despertarlo de su profunda ilusión más que él mismo. Y cuando ese momento llegaba, se daba cuenta de su soledad y de que no era correspondido, y rompía en un llanto desgarrador. Desolado y afligido regresaba a la comodidad de su habitación donde reinaba la oscuridad y veía el rostro de su amada en un torrente de imágenes. Es ahí cuando recordaba cuánto la quería, y la dicha volvía. Se dormía con una sonrisa en la cara, abrazando su almohada, no sin antes haber vaciado sus lagrimales. Al siguiente día la vería y las reacciones internas se verían reflejadas en sus ojos. Cada gesto de ella era una explosión de emociones dentro de él; al percibir su aroma quedaba mesmerizado y al oír su voz entraba en un trance del que era casi imposible escapar de su seducción. "El amor es la droga más efectiva", pensaba. Y su aseveración no podría ser más acertada. También, sabemos, es la más peligrosa. Por eso trataba de no dejarse llevar mucho por ella. Mantenía su distancia aunque su instinto dijera otra cosa. Si siguiera a sus impulsos, para ese entonces ya habría mandado a cortar mil rosas y dejarlas en su puerta, soltar cientos de globo de helio formando su nombre, sacrificado su saco para que no pisara un charco... Pero era cauteloso, sabía que de hacer todas esas cosas la sofocaría. Aun así, buscaba una razón, un buen pretexto para robarle un beso. Quería dar la demostración definitiva de sus sentimientos a través de un beso que detuviera el tiempo, que cuando acabara los dos siguieran con los ojos cerrados, deseando que al abrirlos la fantasía no haya acabado. Buscaba el momento idóneo, las circunstancias perfectas, pero siempre sucedía algún imprevisto, algo inesperado. Y regresaba a su casa derrotado, cansado como sólo los amorosos pueden cansarse, elevando una plegaria para que al otro día pudiera lograr su cometido.

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¿Qué opinan? ¿Les va gustando el relato? Para ser sinceros, todavía no sé cómo continúe. Ya veremos qué sucede...