Decepción y otras cosas

on viernes, 13 de marzo de 2009



Ayer fue un día bastante activo, hoy no tanto. Los viernes suelen ser aburridos últimamente. Pero los jueves han demostrado ser especialmente interesantes. Quizás una de mis mejores amigas tenga razón en que parezco un jueves apacible con lluvia (mi efecto meteorológico favorito, después de las nubes). Ayer intenté algo que no había intentado desde hace mucho tiempo, lástima que el resultado fue negativo. Me di cuenta que ese suceso fue el momento indicado para cumplir una de las promesas que me hice cuando empezó mi año nuevo, eso fue el 13 de enero de 2009; por lo tanto me siento tranquilo, pensando mi siguiente jugada, esperando la mejor oportunidad. 

Tampoco me gustan los viernes porque suelen ser días muy solitarios para mi gusto, la escuela se ve increíblemente vacía los viernes. También es en viernes cuando me da más sueño por la tarde. En este momento quisiera estar en la playa, sentado en la orilla sintiendo las olas ir y venir, con una libreta en la mano, percibiendo como el sol me va dando la espalda y la luna lo va siguiendo. La playa es un lugar que me inspira de manera especial, cuando me baño en ella lo hago como simbolismo de ir a lavar mi espíritu. Hace poco le comentaba a mi madre que no me acostumbraría a vivir en un lugar sin playa, o muy lejos de ella. Me gusta meter los dedos en la arena húmeda, me agrada esa sensación. 

Quizás no pueda escribir nada en este fin de semana largo, tengo mucha tarea que hacer. Espero tener oportunidad de hacerla, ya que estaré en Acayucan.

Nos veremos después...


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