¡AH!

on lunes, 13 de julio de 2009
La verdad no tenía muchas ganas de escribir, y no lo consideraba necesario, pero aquí estoy. Se repite la historia de hace 7 meses... bueno, más o menos. Esta vez el sufrimiento se desvió, Napoleón me hizo un by-pass que ha funcionado perfectamente. Al momento fue horrible, pero la operación fue ejecutada con rapidez. Carolina también tomó parte, curando las heridas. Fue un día lleno de tristeza, nostalgia y demás manifestaciones del sufrimiento, y no sólo para mí. Después hubo cierto despliegue de indirectas y comentarios ahogados. Al final, una lluvia piadosa cayó, lavando mis penas y refrescando mi alma y mis pensamientos.

Hoy... la alegría me invade. Quizá es un mecanismo de defensa, o es el Viejo haciendo de la suya... no lo sé. Hablé con mi madre de mi historia, y no reaccionó mal; ella también me contó la suya. Me siento optimista (¡GRACIAS NAPO, GRACIAS!) y el ratón que soy quiere salir a brincar. Hoy después de ver los ratones árabes, me sentí muy identificado con ellos. Los ratones, que atemorizan hasta al más bravo de mis amados elefantes, escurridizos, nerviosos, temerosos. Así soy yo. Ahora me doy cuenta. Me doy cuenta de muchas cosas; entre esas cosas, está la idea de que todo estará bien, que todo saldrá como mejor me convenga, como espero que salga. ¿Esperar? No me importa, adiós desesperación. Así es, la desesperación, que tanto desespera a otros, se ha ido. Au revoir, Auf wiedersehen, sayounara, so long. Una etapa de mi vida terminó y otra comienza. Es casi como empezar de cero... Quizás por eso ayer estuvo lleno de recuerdos: "Ve toda tu vida, todo lo que has hecho. Ahora, renace, toma eso y crea lo que debió haberse creado". Sabiendo esto, comprendiéndolo, todo se ve claro. Mi corazón late furiosamente, la esperanza es increíblemente grande, y una lágrima sale de mis ojos... pero no es de tristeza, no, es por un sentimiento parecido al éxtasis, donde todo está en el lugar donde debe estar en ese preciso momento. Es como sentirse atrapado en las garras de una obra de arte sublime, soberbia. Por fin siento que el Universo está a mi favor, tan cierto como que el Viejo está ahora a mi lado, masajeándome los hombros, dándome palmadas, dándome palabras de aliento, como si Él fuera mi coach y yo su boxeador estrella. Así me siento. Ese ratón, ese pugilista, ese guerrero de la luz (sí, me gusta Coelho, ¿y?)... Diego ha construido un puente entre el suelo y su nube, y todo cobró vida. El Amor es esencial, y me acompaña, esperando a que le dé la orden. Nada falta, nada podría ser mejor.

Voy a por todo.

La derrota no está contemplada.

"Ganar no lo es todo, es lo único."

Adelante, que atrás ya no queda nada, para nadie.

1 comentario:

Rubricant dijo...

Vaya vaya vaya, al fin estamos hablando el mismo idioma

Es bueno que te hayas dado cuenta, te queda mucho tiempo para muchas cosas, no desespereis chaval

Comete el mundo que para eso nacemos

Saludos campeón

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