Otro domingo de aquéllos

Pero esta vez fue más bonito que de costumbre. A pesar de que el Sol no tuvo impedimentos, no hizo calor. Llovió y el viento fresco sopló constantemente, y ahora que son las 6:40 p.m. eso no ha cambiado. Al parecer, ya se anuncia el "frío" que viene; el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba se pueden ver casi todas las mañanas y a veces al atardecer, las tiendas empiezan a poner sus artículos navideños, la lluvia visita la ciudad a menudo, los aromas cambian. Hace un tiempo, como unos 5 años, por estas fechas ya tenía la "necesidad" de usar manga larga. Por razones desconocidas, desde hace más o menos año y medio empecé a sudar como si me derritiera apresuradamente, cuando no me pasaba eso, por más calor que hiciera; así que también por ese lado también quiero que venga el clima fresco.

Cuando veo la situación en la que está Veracruz actualmente, no me queda nada más que suspirar a la vez que recuerdo el pasado tan bonito. Todo está tan feo que me dan ganas de irme, la corrupción es demasiado palpable. No vivo con miedo como mi familia y muchas otras personas. Lo "bueno" es que mientras no se esté involucrado con "ellos", no pasa nada. Pero también pasa que ya no sabes quién "es" y quién "no es", puedes estar involucrado sin saberlo. Así que por eso, no sólo me dan ganas de irme de Veracruz, sino de México. Si estuviera en posición de hacer esa decisión, sería muy difícil de tomar, amo a mi ciudad y a mi país, pero prefiero llevar a los míos a un lugar donde no se sientan con miedo. ¿Por qué no pelear? Miedo a morir, voto de pacifismo, falta de seguridad y de preparación. Quizá después, depende de lo que suceda.

Quiero volver a esos días donde me encerraba a leer, no, devorar libros, uno tras otro (cuando se podía), cuando el tiempo no significaba todavía lo que significa ahora, cuando no tenía las preocupaciones que tengo ahorita. Qué hermoso sería que el tiempo no pasara, y a la vez qué terrible, estáticos, sin capacidad de progresar. Dice Mademoiselle Nagato que soy un muchadho maduro que añora volver a ser niño, y siento que tiene algo de razón. Creo que sería más acertado decir que me sigo sintiendo como un niño. Entonces, quizá, "él" tenga razón en eso: no he evolucionado. Pero sí lo he hecho, todos lo hacemos, quizá no sea tan evidente mi cambio, eso es todo. Yo sí siento el cambio, y sé cuál es ese cambio. Es como cuando mi madre me incrimina de algo que no es cierto, no me importa cuánto hable, yo sé lo que hice y eso me basta para no hacer corajes de más. Lo que es cierto es que sí debo renovarme, eso no lo niego, esa es la razón por la que espero con ansias esa llamada de Xalapa. ¿Qué reemplzaría primero? Lo más fácil y el primer paso será lo material, y creo que el primer punto serían los lentes; lo demás llegará con el tiempo.

Empieza a oscurecer, hay un resplandor naranja tras las nubes. Seguirá lloviendo, eso es seguro. Creo que terminaré esa aburrida tarea, mañana volveré a salirme temprano de manera voluntaria, así que es mejor tener lo demás en orden. Tengo la sensación de que esa salida será importante, ya veremos...