¡Suficiente!

Ya estuvo bueno. Basta de sentirse deprimido. Se acabó el perder tiempo en tonterías, ahora haré lo que se supone que debo hacer. No sé cuántas veces lo he dicho, pero en este momento ya no tengo pretexto alguno. El trabajo es casi un hecho. La escuela sigue complaciéndome. No puedo pedir nada más. Seré un tonto si no aprovecho lo que tengo, si no tomo mi espada y marcho por el camino sin mirar atrás, si dejo mi espada envainada, si no consulto las señales, si dejo que me distraigan. Los dramatismos y demás cosas de esas quedarán para otro día.

A ti... a ti es a quien le rendiré cuentas, a quien le presentaré el reporte de actividades. Verás que sí puedo, que sí evoluciono. No me quedaré atrás, alcanzaré a todos y si puedo, los pasaré, para esperarlos. Marcaré el paso, trazaré la ruta. Tocaré la melodía que incita a seguir adelante. Quizás atraiga a unos con ello, ese es uno de los objetivos. Encontraremos la tierra prometida, el lugar indicado... sabremos cuál es cuando estemos en él.