¿Listo?

on lunes, 28 de septiembre de 2009



Lunes de sorpresas, de decisiones tomadas con la dificultad que conlleva hacer un cambio importante en mi mente y mi alma, de preguntas que se quedan de nuevo sin respuesta alguna, de otro reacomodo de ideas más. A pesar de tanto traqueteo y talacha mental, mi cerebro responde bien, aunque tiene sus momentos de desconcierto, como descubrí que sucedió el viernes, cuando me entregaron el examen de matemáticas y tenía un flamante 35 como calificación. Esa fue la segunda sorpresa; la primera fue el realmente flamante 100 de Estructura de Datos, y después otro en Programación. Al menos hoy pude recargar mi confianza académica.

No sé cuántas veces he tomado ya ésta decisión, perdí la cuenta hace mucho, pero en ésta ocasión es necesario cumplirla, no mirar atrás. Y en mi mente, sigue resonando la cuestión que nadie me ha podido contestar, y que rezo con todo el fervor para encontrar la razón, y de paso la solución: ¿por qué siempre tiene que terminar así? ¿Acaso está escrito que debo fracasar a cada intento? Tal vez la respuesta sea que en el plan que alguien haya escrito para mí, no se encuentra anotado "amar y ser amado". Siempre es una u otra, sólo he sentido la reciprocidad en una ocasión; esa es "la Gran Obra" que yo busco, poder experimentar esa sensación de nuevo, encontrar el lugar adecuado, ya que a ese ya no puedo regresar y en el otro, como ya había dicho, hay un muro invisible de grosor infinito. Lo que tenga que venir, que venga; yo haré lo que tengo que hacer. ¿Por qué si hay tantas cosas que me interesan sólo atiendo una? Bueno, ahora podré poner atención a todas esas cosas ignoradas, les daré su tiempo.

Baúl, ábrete, que te traigo un nuevo inquilino.

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