Aime-moi moins, mais aime-moi longtemps

on sábado, 10 de octubre de 2009
Entrada número 70. Como usualmente sucede, empezaré haciendo un recuento de los sucesos recientes, aderezado con un poco de crudeza. Hace días que no escribía en el blog... ayer fue un día algo raro; lo primero que hice en el día fue ver un video de Lady GaGa (fap fap fap), fui a la escuela como de costumbre, pero me salí de la clase de japonés ya que me invitaron al cine, una salida que estuvo más entretenida de lo que esperaba. Hoy fui a una convención después de poco más de un año de no ir; estuvo entretenida y recordé aquellas convenciones de antaño (uy sí, como si hubiera pasado tanto tiempo), donde iba con todos los miembros del "club"... convenciones épicas.

Volvió ese "vacío" que queda después de "olvidar", y ahora busco una manera de entender, de saber qué pasa, qué le sucede... sólo recibo negativas cuando indago, pero aún así... no puedo negar que me preocupa, no puedo evitarlo, pero confío en su palabra. "Estoy bien", me dice, aunque sus dedos digan lo contrario. Regresando al tema del vacío... "síndrome de abstinencia" lo llamó acertadamente el buen Poké (que por cierto, se nos va a gringolandia), ya que en verdad las endorfinas son bastante adictivas; las he estado produciendo, pero no a causa del amor. Hablando de enamoramiento... hoy fue un tema que Napo tocó; ¿qué es para mí el enamoramiento? Obviamente que no es la misma cosa que el amor; el enamoramiento es eso que se siente como reacción a ciertos eventos, como resultado de una serie de sucesos y que se va incrementando dependiendo del individuo. En mi caso, se traduce en una ilusión muy grande (y por eso me regañan, por idealista y apasionado); al principio suelo ser como dice Platón, aquél que ama de lejos y en silencio, pero gracias a que mis expresiones llegan a delatarme, lo que sigue es un debate en mi cabeza sobre si decirle o no, moderado por mi sentido común; es en este punto donde he fracasado el 100% de las veces (en mis 2 relaciones no hubo necesidad de decir nada), al parecer mientras más interés muestre, menos reciprocidad hay. Después de eso no hay debates, sino batallas campales dentro de mí; mi estado de ánimo fluctúa de la misma manera que el clima aquí en Veracruz, casi siempre terminando en llantos que no llegan a hacerse presentes, sólo dejando salir a una o dos lágrimas para aliviar la tensión. Diego enamorado es una criatura dispuesta a hacer cualquier cosa por el objeto de su admiración; a su manera, lleva a cabo esas locuras de las que hablaba Shakespeare; sus dedos interpretan los susurros y los alaridos de su alma y los plasma ya sea en papel, en un blog, una pared, o su propia piel. En sus sueños se ve rodeado de esas quimeras, encerrado en proyecciones de sus deseos, donde se ve envuelto en un abrazo definitivo, embriagado por el aroma persistente, despintanto labios con besos cargados de urgencia. Tal vez su error radique en no darse cuenta a tiempo de la realidad, ya que al estar siendo impulsado por una esperanza incontenible, el optimismo es algo que no escasea, ni siquiera cuando se siente el objeto más inservible del universo. El amor tiene las mismas propiedades que la energía y la materia en el mundo del Diego enamorado; así, se podría dar por cierta la teoría de que Diego no se enamora de una persona, sino del amor mismo. Al haber pasado ya por la terrible experiencia de encontrarse ante dos sentimientos de intensidad comparable al mismo tiempo, ha decidido empezar de cero y mantener esos sentimientos en un espacio aislado, como a los virus peligrosos, ya que son lo suficientemente fuertes y es prácticamente imposible neutralizarlos; tal vez en 5 años ya se haya curado la herida. Diego ya ha amado por la belleza del gesto, y seguramente lo seguirá haciendo. Diego ya ha sufrido bastante, y no tiene duda de que todavía queda un poco más por sufrir. Pero sigue avanzando....

... esperando a que la señal se haga visible.

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