Don't listen to me

on jueves, 15 de octubre de 2009
¿Qué hace Diego a las 12:07 p.m. en la sala de libros propios de su escuela? Escribir. Escribe porque todo lo demás ha perdido interés y, cuando eso sucede, escribir es la manera de solucionarlo. Rodeado de gente que habla y hace ruido, me siento atrapado en un espacio vacío sin sonido alguno. Hace cuánto que me siento así, no lo sé; la implacable realidad se planta ante mi para intentar detenerme, y cada vez se acerca aún más rápido a su objetivo. Estoy sentado esperando, esperando, esperando. Esperando a una nada que para mí significa todo...

¿Y qué hace Diego a las 17:35? Se queja de la "música" de su hermano, pide una invitación de Google Wave a @xConcertinax medio en broma, medio en serio; trata de soportar una fiaca horrible, y continúa escribiendo. Cada vez me siento más apartado de lo que me rodea, como si se alejara lentamente, olvidándose de mí, considerándome obsoleto, fuera de moda. ¿Dónde está mi optimismo, ese que tenía al principio del semestre? En este momento simplemente no puedo encontrarlo, lo perdí de vista.

Con The Decemberists de fondo, me dejo llevar; en mi mente corro, huyo de todo lo que me aqueja, empujo a los que se interponen, salto cada obstáculo, todo para escapar de el pesar que me persigue. Quiero ser libre, llegar a un lugar donde nadie me conozca, cambiarme el nombre, empezar de cero.

¿Me ayudan?

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