on domingo, 2 de agosto de 2009
He regresado. ¿Recuerdan eso valioso de lo que hablé la última vez? Resultó ser valioso materialmente, ya que una cámara digital bastante decente me estaba prácticamente esperando en una banca en la plaza La Isla; ahora sólo tengo que conseguir los cables. En lo que cabe pasé un buen rato con mis primos en la playa y paseando por los sitios interesantes de Cancún. El viaje de regreso fue tranquilo, aunque todo el trayecto estuve pensando en lo triste que me sentía, que los placeres vacíos de Cancún no me habían distraído del todo, además de que la "discusión" con "él" antier por la mañana no fue de mucha ayuda. La cosa es que siente que le echo "malas vibras", que le provoco cierta mala suerte que no permite que logre algo con alguien, que lo salo.

Veremos qué pasa en el día...

(Prometo escribir más en unas horas).

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