No hay manera de no sentirse así a tu lado, tu afecto hacia los demás es tan grande que lo irradias y se contagia, simplemente no se puede escapar de eso. Todos los días se puede aprender algo estando contigo, casi siempre lecciones de bondad o de conciencia. Ahora me toca a mí preguntarte qué haría yo sin ti. Gracias a ti he podido estabilizarme mejor de lo que hubiera podido lograr por mi cuenta. Yo no lo sé de cierto, pero supongo que esa es una de las razones por las cuales siento esto. Y tal parece que estoy tan aterrado de escribir esto que no puedo formular oraciones largas. Me aterra porque no quiero cometer errores, no puedo permitirme esos lujos. Sé que debo esperar como dije en otra ocasión, pero no puedo controlar todo el sentimiento; es eso lo que me lleva a hacer cosas de esta índole, a escribir supuestas cartas anónimas al aire, cuando bien sabes de quién provienen y que van dirigidas a ti.
Y sí, realmente es difícil escribir esto, no tienes idea. A pesar de todos los miedos escribo lo que no tengo el valor de hablar contigo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario