Este fin de semana estuvo algo duro de soportar, pero lo bueno que mi domingo está terminando de buena manera. Ayer en la salida hubo algo de tensión pero todo salió bien y regresé temprano a mi casa. Vimos a una pandilla de gatitos en uno de los edificios de gobierno y me quería robar uno, el más inquieto de todos. Dije cosas estúpidas y terminé con un gran sentimiento de culpa. Lo bueno es que ahí estaba la luna para consolarme y hoy me regaló lluvia en la mañana. Hoy mientras dormía la siesta aprovecharon para untarme limón en los labios.
El día de hoy fue día de las madres (por cierto, felicidades a las de uds. lectores). Comimos en casa de mi abuelita y nos divirtimos jugando lotería. Me llevé a Penny, pero casi no estuvo con ella porque todo mundo quería usarla. Apenas hace unos momentos bajé la grabación del concierto que dio Sonic Youth en Chile en el mes de marzo. Es sublime. Ruidoso, escandaloso, con una fuerza que no te esperas de unos cincuentones que se parecen a esos tíos tuyos a los que casi no les hablas. Deseo que vinieran a México, no me lo perdería por nada del mundo. No sé cómo, pero convencería a mis papás. Eso es aparte de mi deseo de ir a Coachella, Lollapalooza y Glastonbury por lo menos una vez en mi vida... y tiene que ser antes de que Paul McCartney se muera o de plano se quede sin voz.
También hoy empecé mi proyecto de programación, el sudoku. Estuve jugando y revisando programas ya hechos con motivos de inspiración y referencia. Mañana me pondré a ello al 100%. Tengo que hacerlo hermoso. Realmente espero poder ponerle todas las cositas que tengo planeado ponerle. Lo bueno que tengo amigos que me ayudan y mucho.
¡Hasta mañana! ~
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