on domingo, 3 de mayo de 2009


Todos tenemos un lugar en donde nos sentimos más cómodos que en cualquier otro sitio. Son lugares especiales, con un aura misteriosa que nos atre más que el resto, intensifica nuestros sentimientos e ideas y tiene la característica de que nos podemos fundir con él y llegar a ser parte del Todo. En mi caso particular, no tengo un lugar específico, pero lo que más se acerca al concepto es mi habitación. ¿Por qué? En ella tengo todos los elementos que en un momento dado me pueden dar una descarga de inspiración, además de que es un espacio que puedo considerar mío. Mi habitación actual es un tanto calurosa, pero tiene bonita vista y está pintada de blanco para combatir dicha sensación. Tengo un librero vertical con 6 espacios. Hasta arriba tengo mi colección de tarjetas de béisbol, la cual necesita un update urgente; en los siguientes dos espacios hay libros, después siguen las películas, revistas, y a lo último libros grandes. Los discos los tengo aparte, en una caja de zapatos y regados por todo el lugar (tengo que conseguir un sitio digno para ellos).

Hablo de mi habitación porque no he salido de ella más que 2 días en esta semana de vacaciones forzadas y le he podido imprimir un poco más de mí a ella. Hoy salí para ir a la playa, cosa que me encanta. Adoro dejarme llevar por las olas y sumergirme cuando quiebran. Una de las cosas que me gustaría hacer es aprender a surfear. Quizás cuando acabe la carrera... También me gusta ir a la playa porque siento que al estar en el agua limpio mi espíritu (no sé si ya había hablado de eso antes).

Ayer visité a mi amiga Brenda y de paso vi a Napoleón y a "él". ¿Por qué no lo llamo por su nombre? No sé, a lo mejor y es como Beetlejuice. Creo que estar con ellos un rato hizo que me hiciera sentir mejor de la cabeza, en la cual sentía algo que describo como "modorra". Después de que llegué a mi casa traté de ordenar un poco mis ideas; estoy flotando en un espacio lleno de aromas, sonidos y visiones extravagantes que toman forma y me seducen, pero son tan efímeras que cambian constantemente. Todo se mueve dentro de sueños guajiros y deseos frustrados, además de ganas de lograr infinidad de retos. Le doy vueltas una y otra vez a las mismas preguntas y quedo cada vez más confundido. En mi búsqueda de la respuesta llego a un punto con muchas bifurcaciones y no sé cuál seguir. 

Se acerca la luna llena... *¬*

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